Cuéntale al hombre
el misterio de la nada
el misterio del polvo
y la grandeza de la
ceniza hecha poema.
Tengo miedo de la bandera
y de que el destino del
hombre no sea tan parecido
al destino de sus sistemas.
España está muerta.
España está muerta y sobre
su cadáver bailan niños
raquíticos. Dos hienas se
pelean la carne de sus
entrañas. Suena la campana.
Cuéntale al hombre
el misterio de la nada
el misterio del polvo
y la grandeza del poder
hecha añicos con el poema.
Hay un viejo desnudo
eyaculando encima del poema
mientras un lobo aúlla
tres veces, bajando de la
montaña a devorar el cadáver
de una señora antes conocida
como España.
Los espejos cuentan la verdad
después de la vida y la verdad
es una nada que nada es. La señora
muerta saluda a través del cristal.
Cuéntale al hombre
el misterio de la nada
el misterio del polvo
y la grandeza de la señora
llamada España y que no existe.
Universo de ideas y versos en el que busco mi propia paz intelectual y que vosotros encontréis la vuestra.
sábado, 23 de febrero de 2013
domingo, 17 de febrero de 2013
.
Durante varios meses he estado trabajando en un libro que lleva por título "Una enfermedad llamada hombre". Debido a las pésimas condiciones económicas que atravesamos en estos momentos he decidido hacer una edición digital (archivo PDF) totalmente gratuita. Si alguien está interesado en hacerse con él, sólo tiene que enviar un correo expresando sus deseos de tenerlo a esta dirección: edukobain@gmail.com
Muchas gracias.
Muchas gracias.
miércoles, 6 de febrero de 2013
Deja de golpearme.
Soy esa mujer que
se peina delante del
espejo y llora
por el morado
de sus golpes.
Soy el puño narcisista
que destroza la
porcelana y no
tengo nombre
ni amo.
Soy el sentimiento de
inferioridad y la rabia
capaz de quebrantar
cualquier pacto de
voluntad y también soy
la falta de libertad
de la misma.
No llores más, preciosa,
que soy la venganza
de ese llanto.
se peina delante del
espejo y llora
por el morado
de sus golpes.
Soy el puño narcisista
que destroza la
porcelana y no
tengo nombre
ni amo.
Soy el sentimiento de
inferioridad y la rabia
capaz de quebrantar
cualquier pacto de
voluntad y también soy
la falta de libertad
de la misma.
No llores más, preciosa,
que soy la venganza
de ese llanto.
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