viernes, 9 de diciembre de 2011

Por eso que dicen de que los genios son arrogantes.

Hace poco tiempo
se me pasó por la cabeza
dejar de una puta vez
esto de la poética,
de la lírica, literatura
y su puta madre.
Porque te juro que duele
cuando ves que tu trabajo
no tiene ningún reconocimiento.
He sido tachado de loco,
de radicalista autodestructivo,
de peligro para la sociedad,
de artista urbano,
de vago...
Y qué le puedo hacer yo
si en otra vida fui condenado por trovador
y ahora me ahorcan los folios sin inspiración.
Yo no voy al revés
sólo camino por el techo,
por el techo de la gente
que no se toma en serio esto,
por el techo de todos esos
que por mi no dan un euro.
Y pensé en abandonar al boli
y quitarme de la cabeza tantos
versos, sonetos, estrofas y ripias.
No quería seguir sin saber si
de algo servirá toda mi obra,
si este poeta de mierda
tiene un sitio en algún rincón
del cielo de los escritores,
en ese lugar en el que algún cabrón
me cerró la puerta en las narices.
Pero otro día más tú has permitido
que mis palabras entren en tu casa
y he recordado porque coño
sigo escribiendo toda esta mierda..
Y es por ti,
por eso te estaré eternamente agradecido,
amigo.
Eternamente tuyo, Philosophia.

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