viernes, 30 de diciembre de 2011

Un año más. Un año menos.

Según mi calendario
maña será el último día
de este largo año
(aunque cada vez 
me da más motivos
para no creerle).
Repasando los tumbos
que he ido dando
a lo largo de estos
trescientosesentaycinco días
y de sus consecuentes
tropiezos
y mortales
y acrobacias
de los que se han compuesto
invetiblamente me acordé de ti.
Soy el típico héroe de cantina
que se esconde entre
el filo de un bolígrafo
para engañar al tiempo
y tú me diste la clave
para hacerle frente
y hacerme sentir
inmortal.
Mi habitación huele
a humo y a cerveza
pero después de varias capas
de soledad y borracheras
huele a ti.
Limaste los cayos
de los que estaba formada
mi vida,
quitaste la tapa
al yogur de mi esencia
y fracasé,
como siempre,
en la última escena.
Perdona mi incompetencia
pero ya sabes que soy una bestia
que no sale de caza
sólo por que le da pereza.
Cada cuatro o cinco días
sufro flipaciones
que hablan de castillos de papel
y caballeros de latón
que añoran tus ingles.
Me he vuelto a cepillar los dientes
más por necesidad que por costumbre
porque mi aliento apesta
a frases que nunca te dije
y a besos que nunca te di.
Y escribo todo esto
a sabiendas
que es una mierda
para decirte
que este puto año
ha llevado tu nombre.
Eternamente tuyo, Philosophia.

No dejéis que desvaríe.

  1
Le he dado la vuelta al colchón
como se suele hacer cada primavera.
Sé de sobra que es invierno
pero el eco de tu voz
me transporta a una tarde otoñal
plagada de olor a verano
en la que todavía
añoro a la primavera.
  1-1
Creo que volveré a caer enfermo
porque me vuelve a doler la puta cabeza
y las aspirinas no me hacen efecto
ni mezclándolas con cerveza.
  1-1-1
Prefiero morir de amor
a morir de un infarto,
aunque el diagnóstico sea el mismo.
Qué mejor que abrazado a ti.
  1-4
Respiraré tus ansias de volar
me comeré tus miedos uno a uno
admitiré como míos todos tus defectos
esnifaré pedacitos de tu cielo.
  5
La ciudad se ha dormido ya,
la acosté en su cuna
y salí de nuevo
a beberme las dudas.
  5-1
Entre la eternidad de un cigarro
y la evanescencia del humo
repaso todo lo que he dado de si
(o de mi)
y aún me sobran dos dedos.
  5-1-1
Hoy estoy repasando
aunque sea por curiosidad
aquel crucigrama de pronósticos
y de palabras frías
que acabamos hace ya un tiempo
y que fue nuestra relación.
  5-1-1-1
Durante algún tiempo
tuve el hobbit 
de criar cuervos.
Hoy vienen a sacarme los ojos.
  1-10
Apenas he bebido dos cervezas
he fumado cuatro o cinco cigarros
y me he masturbado dos veces.
Pero vuelvo a pensar en ti.
  10
Siempre fui la persona equivocada
en el momento equivocado.
Perdona,
¿tienes un momento?
  10-1
Sólo creeré en un Dios
que me prometa
que después de esto
no habrá nada más.
  10-1-1
-Las discotecas nuevas,
estas de pachangueo,
me producen mareo.-
Esto es lo que le contaba
a mi amigo camarero,
mientras me servía otra copa
en mi tugurio favorito.
Eternamente tuyo, Philosophia.
 

miércoles, 28 de diciembre de 2011

Quiérela. Quiérete.

Una vez
alguien me dijo
que la vida 
es eso que pasa
mientras la esperas.
Me entristece 
tener que ser yo
el que desmienta esto.
La vida es eso que pasa
mientras esperas a tu musa,
esa que pasa el rato
entre pintores y poetas
y de vez en cuando
se deja caer
entre la porquería
de mi conciencia.
La vida es eso que pasa
mientras te lias un canuto
pensando qué coño haces
y olvidándolo al prenderlo.
La vida es eso que pasa
mientras esperas a tu príncipe
empeñada en buscar entre las rocas
sin saber que siempre estuvo
a tu lado,
a tu vera,
rogando por tu cuerpo.
La vida es eso que pasa
mientras maldices tu maldita suerte
y tu mala puntería
en el amor
(dichoso invento).
La vida es eso que pasa
mientras se consume el fuego,
pero también después,
cuando todo el mundo
olvida que quedan cenizas.
La vida es eso que pasa
mientras nos ciega lo dorado,
atados a trabajos insípidos
que nos permiten formar parte
de un estatus social
que carece de sentido.
La vida es eso que pasa.
La vida es lo que nunca esperas.
La vida es maravillosa,
¿por qué coño no la cuidas?
Eternamente tuyo, Philosophia.

Absurda forma de volver a caer.

Deben de ser ya
las doce de la noche
por las cuatro cervezas
que llevo encima.
Es la hora de la melancolía
en la que la gente como yo
se pone a escribir,
la de los poetas de mierda
que no tienen nada mejor
en lo que perder su tiempo.
Todo el mundo me dice
que estaba mejor contigo
(me lo digo hasta yo)
y que ahora fumo mucho
bebo mucho
y me consumo
como la planta de mi piso
que se muere
desde que no la riegas
y la cantas.
Y si me vieras aquí
haciéndome viejo
sin darme cuenta de ello
persiguendo las sombras
de quinceañeras que me evitan
y maldiciendo jóvenes
que me recuerdan a mi.
Y si me vieras aquí
dándome de ostias con la vida
con muchas deudas
y con mucha gente.
Y si me vieras aquí
recordando el por qué te fuiste,
maldiciendo la persona
en la que me he convertido,
rogándole a un Dios
que me da por el culo.
Y si me vieras aquí
con un buitre a mi lado
que espera a que caiga muerto,
con la misma ropa de ayer
y apestando a Bourbon barato.
Y si me vieras aquí
sin la luz que me daba
tu sonrisa
y sin la tranquilidad
que dibujaba tu coño.
Más perdido que nunca
(como siempre).
Y si me vieras aquí...
y si me vieras aquí...
quizás en un arrebato de pasión
querrías volver conmigo,
si me vieras aquí...
Eternamente tuyo, Philosophia.

martes, 27 de diciembre de 2011

Carta al viejo.

Ayer,
o ante ayer,
(ya no me acuerdo)
no tuve más remedio
que acordarme de ti.
Sé que hace mucho 
que no te miento
en mis poemas,
es más,
creo que nunca lo hice,
pero en un acto de melancolía
y unas fechas tan familiares
se me antoja bonito
recordar tu nombre.
No se cuántos años han pasado
desde que bajaste la persiana
y cerraste por siempe el chiringuito
que había sido tu vida.
No soy fan de llorar
y cuando lo quiero hacer
me enfado y me hago daño
para que la sangre
cubra las lágrimas
o me fumo un canuto
o me bebo algo alcohólico
que me borre las penas
y el por qué quería llorar.
Desde que nos dejaste
esto se ha quedado muy triste
aunque se empeñen en
aparentar lo contrario.
En estos días de familia
se nos hace a todos muy cuesta arriba
otra cena sin ti.
Tuviste dos nietos más
otros dos o tres bisnietos
y tus hijos están genial.
Tu hija vive una pesadilla
desde que en su conciencia parasita
un demente y otros dos más.
Alguno de ellos quiere pensar
que tú sigues a su lado
y que le ayudas a vivir.
Tu mujer empieza a flaquear
y sé que son los disgustos
con los que esta 
familia de descalabrados
la atizan día a día.
Uno de tus hijos marchó
a ese sitio por el
que tú ahora merodeas,
imagino que te tenga al corriente.
Cuánta falta me hacéis los dos
y qué pocas veces os lo digo.
Y perdona si apenas hablo de ti
pero es que esta mierda 
de poesía que yo hago
no merece acariciar
el recuerdo que dejaste.
Espero que estés orgulloso
de la vida que está llevando tu nieto,
aunque ni yo me siento satisfecho
de lo que hago con mi tiempo,
de lo mucho que fumo,
de lo mucho que bebo.
Nos veremos cuando llegue mi hora
y sé que me estarás esperando
con esa sonrisa tan entrañable
y dándome besos hasta en los ojos.
Dije que no me gusta llorar
pero lo has conseguido, viejo.
Eternamente tuyo, Philosophia.

lunes, 26 de diciembre de 2011

Días de resaca. Mentes en guerra.

Los domingos de resaca
se me antojan
como el día después
de una gran guerra.
Ocupando una trinchera
que me hace las veces de cama
y maldiciendo la mala puntería
que el día anterior
tuve con esa rubia.
Todavía pienso 
que esa no es mi guerra
pero la cerveza
me nubla la memoria,
y vuelvo siempre a luchar.
En el campo de batalla
la ropa de ayer
manchada de vómito
(aunque me gusta pensar
que es sangre)
y algo de mierda
y casquillos
y fusiles oxidados
que he ido acumulando
en los robos
al bando contrario.
Perdí mi arma
por algún refugio
para fracasados,
y me temo que también
dejé allí mi alma.
Mientras la resaca
de otra derrota más
me sigue escupiendo la cara
recuerdo aquel poema
que escribí para ti,
aunque aún no te conociera.
Eternamente tuyo, Philosophia.

domingo, 25 de diciembre de 2011

Pesadilla antes de Navidad.

Hoy iba hacia casa
por eso de que
hay que cenar en familia,
para unir lazos
o yo qué se que mierda,
cuando por la calle
me he encontrado
un sobre de almax reventado.
Se me ha antojado
una metáfora de mi alma,
destrozada,
ahora que la falta tu X
o tus dos rombos,
como en las películas porno
de antes,
esas con mucho pelo
y nada reseñable.
Pensaba,
mientras me miraba las zapatillas
(meadas, 
porque me pasé con la cerveza)
que quizás sea ahora,
en unas fechas tan entrañables,
cuando tú decidas volver
al cielo de mi boca,
por eso de que
me echas de menos
o que necesitas estar conmigo
o que me quieres demasiado
o que pensabas por casualidad
en mi persona.
Pero la quinta copa de champán
me devuelve de una ostia
a la cruda realidad,
esa puta realidad
en la que se han convertido mis días
sin ti,
días de vomito y cartones
días de llanto y marihuana
días de soledad.
Y eso que hoy es nochebuena
y eso que hoy
decidí no acordarme de ti.
Que te vaya bonito,
allá donde quiera que estés.
Eternamente tuyo, Philosophia.

sábado, 24 de diciembre de 2011

Fumando espero.

Y todavía me pregunto
cómo puedo tener los huevos
de hacer poesía
de esta puta mierda de vida
que llevo,
o que me lleva a mi.
Me fumo un cigarro
tirado en la cama de mi silencio
ahogado en mi propio llanto
y cantando canciones que olvidé
mientras recuerdo
cómo era mi vida contigo.
Suelo tener diez o doce
paranoias diarias
y casi todas 
están dedicadas a ti,
excepto alguna
que me veo obligado a suprimir
hasta nueva orden.
Siempre odié los anuncios
en los que aparecen
familias felices.
No se si es odio o envidia,
pero me permito el lujo
dedarlo por sentado
para evitar pensar
que no soy buena persona.
Ya voy por el segundo cigarro
y me sabe un poco a ti
y otro poco a desesperanza
que para el caso es lo mismo.
Llevo ya tanto tiempo solo
que rehuso cuando alguien se me acerca
para hablar de temas cotidianos
como el frío que hace ultimamente,
los goles que está metiendo Ronaldo,
la investidura del nuevo gobierno
y alguna novedad más que se me escapa.
Desde que te fuiste solo paso frío
por lo que me importa una mierda
que la puta madre de Ronaldo
tenga un hijo magnífico
o que Rajoy prometa cambios,
si el único cambio que quiero
es el del buzón del portal
(volver a poner tu nombre)
Mi cuarto cada vez
apesta más a alcohol,
creo que es por mi presencia.
El piso pide un toque femenino
pero tus piernas enfilaron la puerta
y le quedaron solitario
como a este lobo que lo parasita.
Me divertiré un poco
matanto las cucarachas
que han decidido invadir mi intimidad
mientras me fumo otro cigarro más
y pienso otro poco en tu vuelta.
Eternamente tuyo, Philosophia.


 

jueves, 22 de diciembre de 2011

Sudor, flujos, saliva y algunos pelos y señales.

Calentaré la cama vacía
para que tú puedas dormir sin ropa
mientras yo leo
todas las aristas de tu cuerpo.
Separaré todo lo que de
(o lo que aguantes)
tus piernas,
mientras la I sin punto
de mis pantalones
amenaza el núcleo de tu instintos.
Jugarán al escondite
mi boca y tus pezones,
mientras respiro fuerte a tu lado
para que mi agitada respiración
(por eso de que fumo demasiado)
haga relevos en tus labios.
Descenderé por ese valle
que es tu cuerpo a la luz de una vela
hasta llegar a tu parque
de ingles y piernas.
Me perderé en un baile de saliva
realizando una espiral
alrededor de tu corona de espinas
y meteré la lengua
para después volver a sacarla,
y viceversa.
Nunca fui un intruso
y por eso prometo no acariciar
ningún sitio en el que mi lengua
no sea bien recibida,
si acaso queda alguno.
Amarrado por la pasión
de dos cuerpos
que se sienten uno,
subiré tus piernas
hasta el zenit de tu mirada
para disfrutar del arte;
el arte de un cielo estrellado
que se dibuja en lo más
recóndito de tu coño.
Me encederé.
Y te encenderás.
Y con la punta de lanza
que se dibuja en mis partes
culminaremos esto que llaman éxtasis
hasta que acabe
(o acabes).
Aráñame si quieres
incluso te dejo que me estragunles
pero déjame estar un ratito más
dentro de este infierno de sudor
y flujos vaginales.
Eternamente tuyo, Philosophia.

miércoles, 21 de diciembre de 2011

La relatividad de un vaso medio vacío.

El otro día me inventé
que una cerilla cruzando el enyesado de mi cuarto
podía ser una estrella fugaz,
cerré los ojos y pedí un deseo;
el deseo que no tengas nada mejor que hacer
y pienses en mi, aunque sea un ratito,
el deseo de tenerte aquí, conmigo,
y a poder ser, desnudos.
Creí que las cagadas de los pájaros
en el alféizar de mi ventana
eran lágrimas que derramabas
porque aún me echabas de menos.
El humo de este cigarrillo
se me imaginó el vaho
de una habitación atestada de amor,
y demás sinónimos de follar.
En ese momento dejé de ver tus fotos
porque el síndrome de Sthendal lo llevo fatal
y me concentré en recordar
el sudoku de infortunios
que fue nuestra relación...
Si,
es posible que ese día estuviera drogado,
(o borracho, que para el caso es igual)
pero qué coño le hago
si me empeño en decir que te quiero
y aún me cuesta levantar los pies del suelo.
Eternamente tuyo, Philosophia.

martes, 20 de diciembre de 2011

Que si, que ya se que habáis de la misma, de lo mismo.

Poco me importa que me digáis
que la habéis visto desnuda
si acaso no habéis participado
en un amanecer a su lado.
Que si cuando la tuvisteis a vuestro lado
no pudísteis ni quisísteis parar el tiempo,
es porque mirábais al cielo equivocado.
Se sabe inmortal y te lo admite coqueta,
como cuando te abraza bostezando
y pides una explicación a los dioses.
El pasado de sus caderas
se entrelaza con el presente de una cama vacía
y por eso todavía rememoro todas sus cicatrices
y todas sus manías
y todos sus defectos
para poder sentirme un poquito más cerca de ella.
El tacto de su piel es un abecedario
que nunca me cansé de repetir
y la forma de colocarse el pelo,
mirarte y sonreír con esa boca de diabla
fue una rutina que añoro mientras me acabo.
Me da igual que me digáis
que os regaló mil noches eternas
si nunca os ofreció la grandeza de sus despertares.
Que yo ya me se de sobra
eso de que te sientes poderoso
cada vez que se entrega para ti,
y eso de que la vida
se ve de otro color a su lado.
Pero conozco de memoria todos sus recuerdos
participo cuando puedo en cada uno de sus sueños
y recito una y otra vez todas las curvas de su cuerpo.
Claro que a veces parece fácil enamorarse
si te da dos besos en las mejillas
y luego caes por un precipicio de escarnio.
Entiendo que habléis de ella
como si os hubiera cambiado la vida,
entiendo que perdáis el culo
por verla pasear por la esquinas
y los huevos
por una velada con su sombra.
Que yo la quiero por muchas más razones que vosotros.
Eternamente tuyo, Philosophia.

lunes, 19 de diciembre de 2011

Añoranza, soledad y más mierda actual.

Y qué mierda me importa
que ahí fuera esté lloviendo,
si en lo más oculto de mi ser
mi pequeño niño está muriendo.
Hace tiempo que en mi cama
ya no se oyen cantos ni lamentos
porque este poeta de manos manchadas
se cansó de llorar y buscó felicidad.
Que si hoy vuelve a dolerme tu puta ausencia
me emborracharé como nunca
y cantaré como siempre;
faltando a algún Dios de mirada perdida
y añorando todo lo que fuí.
Tu coño y tus piernas
ahora se me hacen extraños
y casi puedo acariciarlos
si cierro con fuerza los ojos
y esnifo otro poco más de esa mierda.
Pero como soy un don nadie
que escribe porque no ladra
y llora porque no chilla
seguiré añorando tus besos
mientras me consumo en un mar de asfalto
y Cronos me va poco a poco borrando...
Eternamente tuyo, Philosophia.

miércoles, 14 de diciembre de 2011

Amarga canción de redención (que ni es amarga, ni es canción, ni busca redención)

Se que soy un poeta de mierda,
un escritor sin nombre,
un trovador sin sueños,
un filósofo que perdió el norte.
Cuando muera
mi cuerpo será pasto de los gusanos
pero en mi trabajo
quedará impregnada la llama
de un pequeño inventor
de historietas mal soñadas.
Eternamente tuyo, Philosophia.

Trotamundos.

Soy un viajero interestelar
perdido en una nebulosa de cristal.
Mi brújula no apunta el norte
desde que me lo robó un cuerpo de mujer.
Viajo entre planetas que se autodestruyen
desde que decidí escapar del mundo,
por eso de que me confundo
y no soy bueno para la sociedad.
Tantos años de travesías y de viajes
para darme cuenta que todo está en mi cabeza...
Acompañado de un boli con gatillo
recorro lugares que merecen ser escritos,
pero la fugacidad de la vida
y lo presto de este momento
me impiden relatar tales sucesos.
Aún sigo aprendiendo a volar
y eso que llevo toda una vida en el aire,
pero tu coño y tu puta felicidad
me obligan a cambiar de dimensión.
Sé que soy una mierda de escritor
y por eso desnudaré mi alma de nuevo,
esta vez en otra estrella,
esta vez contra otro redentor...
Me voy,
que ha vuelto a cambiar el viento.
Eternamente tuyo, Philosophia.

domingo, 11 de diciembre de 2011

Perro callejero.

Lanzando blasfemias
contra la cara oculta de la Luna
me acordé de ti.
No se si fue melancolía
efecto del alcohol
que se pierde por mi cuerpo
o estas putas ganas de vivir.
Tú y tu vida entre contenedores;
la sociedad te tachó de perro callejero
pero sabías de sobra
que acabarías volando muy por encima de ellos.
Los niños pensaban
que podías ver a las hadas
porque te pasabas las tardes hablando solo.
La bondad que reflejaba tu sonrisa
empapa hoy mis aires de grandeza
y tu puta alegría resbala a mi lado.
Tu alma atormentada comenzó a desvariar
y cajeros y cartones fueron espectadores
de la esquizofrenia social de un libertino.
El tabaco y otras drogas desgastaron tu garganta
mientras que tus principios no fueron
sacudidos por la lluvia,
y ahora gritas al cielo con un cante jondo
que no entiendes la traición
a la que fuiste sometido.
Hace tiempo que no te veo amigo,
pero se que seguirás como siempre
en el abismo de tu propio infierno
de aceras y charcos,
con tu coloquio de eterno escarnio.
Nunca te preguntaste quién eres
por eso transmites tanta paz
y el odio que profanabas
hacia esos hombres con disfraz
alimenta mi furia paranoica.
Eternamente tuyo, Philosophia.

viernes, 9 de diciembre de 2011

Por eso que dicen de que los genios son arrogantes.

Hace poco tiempo
se me pasó por la cabeza
dejar de una puta vez
esto de la poética,
de la lírica, literatura
y su puta madre.
Porque te juro que duele
cuando ves que tu trabajo
no tiene ningún reconocimiento.
He sido tachado de loco,
de radicalista autodestructivo,
de peligro para la sociedad,
de artista urbano,
de vago...
Y qué le puedo hacer yo
si en otra vida fui condenado por trovador
y ahora me ahorcan los folios sin inspiración.
Yo no voy al revés
sólo camino por el techo,
por el techo de la gente
que no se toma en serio esto,
por el techo de todos esos
que por mi no dan un euro.
Y pensé en abandonar al boli
y quitarme de la cabeza tantos
versos, sonetos, estrofas y ripias.
No quería seguir sin saber si
de algo servirá toda mi obra,
si este poeta de mierda
tiene un sitio en algún rincón
del cielo de los escritores,
en ese lugar en el que algún cabrón
me cerró la puerta en las narices.
Pero otro día más tú has permitido
que mis palabras entren en tu casa
y he recordado porque coño
sigo escribiendo toda esta mierda..
Y es por ti,
por eso te estaré eternamente agradecido,
amigo.
Eternamente tuyo, Philosophia.

lunes, 5 de diciembre de 2011

No temas poeta.

No temas poeta, aún queda destino más allá del corazón y el alma de los hombres. Muchos ardieron en la hoguera pero de otras galaxias llegarán guerreros que estarán dispuestos a luchar por un trozo de cielo. En cada esquina artistas urbanos con la capucha puesta y moviendo la cabeza afilan lapiceros para hacer frente al tiempo con el colosal trabajo de miles de eruditos unidos bajo el mandato a la libertad.
No decaigas poeta, no fue en vano tu sufrida existencia. De los vestigios de tus poemas se alimentan hombres que todavía están rodeados de suficiente soledad y melancolía como para hacer que esta movida resurja de sus cenizas. De la mano de escritores ambiguos forjados en tiempos fatuos se eregirán estandartes y de habitaciones sin ventanas seguirán naciendo juramentos de algún desdichado ladrón de versos.
No lamentes poeta, de los ríos de tinta derramados en tu sacrificio mamarán arquitectos de parrafadas que derribarán este valle de lágrimas y harán florecer vida en este pasto de silencio. La delicada esencia que acoge a los que creemos en la poética iluminará esta calle oscura y el subconsciente de miles de personas entonará las líneas de tu inesperado adiós.
No te aflijas poeta, el porvenir de esta puta oscuridad será el origen y zenit de una luz que cegará a los malintencionados. Qudarán sucumbidos entre los escombros de una tumba de licor y oro. Ángeles de un Dios imperfecto elevarán sus plegarias al cielo en forma de palomas y tu trabajo se hará eterno, poeta.
Eternamente tuyo, Philosophia.

miércoles, 30 de noviembre de 2011

Que me perdonen los dioses pero hoy cargo contra ellos.

Fui sometido a la religión 
y por suerte desperté de tanta sinrazón:
Nací bajo la cultura occidental,
que te obliga a rendir culto al redentor.
Decidí desviarme del catolicismo
cuando abracé el budismo por compasión.
El maldito gordo no satisfacía mis necesidades
y pensé que convertirme al judaísmo era lo mejor.
Me imaginé como director de cine,
poeta, banquero o curandero.
Pero fallé en mi coronación judía
y escapé como pude de tanta enajenación.
Me acerqué al islamismo,
pero el suicidio aún no se presentó a mi casa,
así que lo rechacé por el momento.
Hablaronme del hinduismo como buena salida
pero tanta reencarnación me acabaría cansando.
Agoté todas las religiones posibles,
enfadé a tantos dioses como mujeres, 
desprestigié sacerdotes
y escupí en sus vestiduras...
Y es que no,
no quiero mayor fe que la razón 
ni mayor Dios que mi mismo.
Que si, mi señor, 
que ya se de tu bondad
pero he visto lo que haces en cada esquina
y no eres más que un puto enfermo.
Eternamente tuyo, Philosophia.


lunes, 28 de noviembre de 2011

Condenemos la falta de libertad.

Soy reo de un planeta que se autodestruye,
de una sociedad que se ahoga.
Condenado a una vida de anonimato
encadenado a un boli y un papel,
fui el elegido para alentar a una generación perdida
el orador cobarde de las masas
que escribe porque ya no habla.
Soy reo de un cuerpo de mujer
que me recuerda que estoy perdido.
Esclavo voluntario de un pecado
que día tras día cometo,
y del que nunca me arrepiento.
Soy reo de una causa perdida,
de una batalla ficticia,
de un libro sin final,
de un silencio sepulcral...
A veces me miro en un espejo roto
lloro y me confundo de planeta.
A veces lo veo todo insignificante,
a veces me creo gigante...
pero aún sigo encaramado 
a este cascarón que llaman cuerpo.
Soy reo de lo indeterminado
pagando por un pecado que olvidé
por un tiempo que ya poco me importa.
Soy reo
y creo
que aún puedo
porque debo
y espero
llegar a ser libre.
Eternamente tuyo, Philosophia.

sábado, 26 de noviembre de 2011

Y al tercer día resucito.

Fui actor de una tragicomedia
de la que sólo yo desconocía el final,
fui esclavo en un juego de amor
del que escapé como pude y rodando.
Todavía hoy miro esa grieta en la pared
todavía hay goteras en mi casa,
y creo que es hora de llamar al reparador
pero el suicidio se presentó frente a la nariz.
Cientos de dioses acudieron a mi morada,
dicen que en el Olimpo sólo se habla de mi;
de cuándo venderé mi alma al diablo,
de cuando me erigiré inmortal...
Enviado a un mundo cruel
al que no me siento apegado,
condenado a sentir lo mismo
que todos esos que se hacen llamar humanos.
Transmito sensaciones
que van del amor al odio,
se lo cuento al boli mientras sangra,
porque ya no aguanta tanta bobada.
Cuando no se es posible ser feliz
pocos son los días de fiesta que te condecoren,
aunque todo este amor fue una estafa
mi alma enloquece con cada crujido.
Mi cama aún sigue chillando
y se que es por tu puta ausencia,
pero el alcohol y otras plantas 
de índole ilegal y antimoral
consiguieron mantenerme en pie.
El día empezó con un poco mas de vanidad,
pero acabará con la misma genialidad de siempre.
No es tan dramático, 
pero mantenerse en pie duele
si no tiene nadie en quien apoyarse
este genio tan vulgar.
 Y se que va siendo el momento
de recomponer todas mis cenizas,
y se que tengo las razones
y se que tengo los motivos
y se que tengo la capacidad
para escapar de esta cárcel de ansiedad.
Pero quizás de aquí no me quiero largar,
porque nunca llegué a entrar...
Eternamente tuyo, Philosophia.

martes, 22 de noviembre de 2011

Esos de los que hablan las vecinas.

Pertenezco a un grupo de descalabrados
que sale todas las noches a beberse la Luna
y hablar de ella a sus espaldas.
Solíamos ambientar un bar de mala muerte
en el que el camarero nos hacía guiños
para traficar con versos en la trastienda.
Cada viernes una chavala rubia
que rimaba palabras indescifrables,
nos amenizaba la noche
cantándonos por Sinatra
mientras un saxofonista de color
que había perdido su casa
por hipotecarse antes de lo debido,
nos emulaba a Charlie Parker.
La gente del lugar decía de nosotros
que eramos de esos francopoetas
que se hacen llamar los elegidos,
y a nuestro paso nos recibían
con "bastardos" y palabras de esa clase.
Yo casi siempre acababa vomitando
porque el síndrome de Sthendal lo llevo fatal
y el resto de cabrones se reían de mi
aunque ellos acaban por los suelos,
por el exceso de alcohol y
las pocas ganas que tenían de vivir.
Las resacas que golpeaban
con una buena ostia en la cara
a este grupo de infames
filósofos de una trascendencia
que se muerde la cola,
nos recordaban la mierda
en la que estábamos metidos...
ahogados en unos trabajos insípidos,
por los que ganar cuatro perras
que acaban en el tanga de una streaper
o en los bolsillos del traficante de versos.
Por ello salíamos cada noche
a brindar por los años perdidos
y a beber para olvidar
los que todavía han de llegar.
Eternamente tuyo, Philosophia.

¿Y a quién le echaré el muerto?

Me asaltó el otro día la duda
de cómo podrá ser mi muerte.
Y borracho de melancolía
y sediento de esperanzas
me puse a pensar:
Seguramente el día de mi muerte
será en domingo
para fastidiar a mis amigos,
y joderlos la resaca de siempre.
No creo que muera de viejo,
pues sería una muerte triste.
Tampoco será a los 27,
aunque algún Dios se empeñe.
No será muerte natural,
tampoco de amor, 
tampoco alguna enfermedad.
Será una muerte digna
de un poeta que ha perdido la fe;
alguna pelea de bar, 
algún tiroteo en un motel.
Tampoco será en la guerra
porque no,
porque ni patria ni bandera.
A mi pesar no será nada grandioso,
nada que deje huella,
nada que marcar en el calendario...
Yo moriré y no quedará nada
pero esto será eterno..
lo que hago, mi trabajo.
Eternamente tuyo, Philosophia.

lunes, 21 de noviembre de 2011

Para ser príncipe hace falta un palacio y sangre azul.

Soy el redentor de otro mundo paralelo,
el eslabón perdido en la transcendencia del ser,
el futuro de un pasado muy presente.
Soy el efímero ingenio de un poeta urbano, 
el vértigo de un equilibrista borracho,
la rabia de un artista repudiado.
Soy el minotauro de un laberinto sin esquinas, 
el héroe de esparto anclado en el romanticismo, 
el renegado genio de esta puta lámpara.
Soy el despotismo ilustrado de algún malnacido,
la tristeza en los versos de un derrotado escritor,
la benevolencia de un Dios que no aparece.
Soy el "abracadabra" de un mago de pacotilla,
la esperanza que les queda a los republicanos, 
la agonía de un transeúnte de lo eterno.
Soy la ilusión de una pareja que empieza su historia, 
la monotonía que les aporta el tiempo,
el odio que precede a un "adiós".
Soy el Arjé de algunos desesperados,
el Cobain de los infelices del siglo veintiuno,
el hijo pródigo de una patria que aborrezco.
Soy un lugar recóndito en el que se refugian tus piernas,
el dolor de cabeza de los que buscan algo perdido, 
la flecha que a Cupido se le perdió.
Soy todo lo que nunca quise ser,
no soy nada de lo que soñé anoche.
Eternamente tuyo, Philosophia.

miércoles, 16 de noviembre de 2011

Ideas que giran en torno a una idea.

Estaba tratando de recordar
una idea que tuve anoche,
me entró pereza de levantarme
y no la apunté.
Y ahora me rebano los sesos
pensando qué era eso que pensé.
Me acuerdo de que
era una buena imagen para un corto
pero ahí me quedé.
Y mientras pienso en esa idea
se me pasan por la cabeza
una serie de cosas:
Quizás me esté haciendo viejo
y sea verdad lo que dice el horóscopo de mi;
que soy un géminis frustrado,
enfadado y autodestructivo.
Y me pregunto si habré
llevado una vida buena,
o si la vida me ha llevado a mi.
Seguramente habrán sido
el alcohol, las drogas,
las mujeres y las romerías.
Y mientras trato de recordar
lo que pensé anoche
me doy cuenta de que
llevo una vida de mierda
y de que soy un poeta de mierda
entre copa y copa
entre falda y falda
y lo peor es que se que es así.
Todas estas ideas
se me pasan por la cabeza
recordando qué coño pensé anoche.
Pero me detengo y me digo:
¿Acaso se yo hacer cortos?
Eternamente tuyo, Philosophia.

lunes, 14 de noviembre de 2011

Salmos politeístas de un creyente protestante.

A la madrugá cuando se viste de fiesta
para dejarme tranquilo un par de horas más.
A las notas desgarradoras que salen de un piano
y que consiguen destrozar el alma.
A los litros y litros de tinta que se mueren en la orilla
de un poeta sin inspiración.
A la putrefacción de un domingo de resaca
que me recuerda que estoy jodido.
A la mujer que se desnuda sin quitarse la ropa
y a la que me enseña su cielo de labios húmedos y carnosos.
A un vendaval cargado de aires nuevos
que anticipa la llegada de una musa.
Al brindis de dos copas de vino
y la posterior promesa de amistad eterna.
A la ignorancia de un chiquillo
que todavía pregunta cuándo llegará su padre.
A las borracheras de felicidad
que llegan cuando todo parece negro.
Al sueño que tengo de ver
un matrimonio homosexual entre la izquierda y la derecha.
A los versos de Neruda, compuestos por Cervantes,
amenizados por Quevedo y rubricados por Cela.
Porque vete tú a saber que sería
si todas estas cosas no participasen en la vida,
a eso, a todo eso, le rezo.
Eternamente tuyo, Philosophia.

domingo, 13 de noviembre de 2011

Noches de ginebra y gelocatil.

Todavía recuerdo cuando me pasaba las noches
de taberna en taberna bebiéndome el olvido.
Salía cuando la cuidad se iba a dormir
y entraba muy pocas veces,
pues solía olvidar dónde cojones estaba mi casa.
Me arrimaba a rameras de profesión
por establecer algún tipo de vínculo
sin necesidad de hablar de algo en particular.
Se que siempre permanecerán jóvenes
pues ya saben que sus piernas son alas.
Y mientras yo me olvido
de que cada día soy mas viejo
su coño viene a recordármelo.
Acudía a garitos de ambiente para después
entrar en ese bar que tanto me gusta
en el que solo ponen Jazz de Coltrane
y poder hacer balance.
Balance de una juventud
que se conforma con lo vivido
y no tiene cojones para luchar por lo desconocido.
En el retiro de una noche que ya tocaba a su fin
hacía una penúltima parada en el local ese
en el que obligan a los camareros a vestir pajarita
aunque no sea Navidad, ni ninguna puta fiesta de guardar.
Me pedía un gin tonic y me fumaba un par de cigarrillos
haciendo tiempo hasta que llegue Dios
y como todas las noches entablemos conversación.
Intentaba ser elocuente y reirle las gracias
(por eso de que es el jefe)
pero sus chistes son muy malos
y alardea de un falso sibaritismo.
Además siempre me tocaba pagarle sus bloody mary
y salvarle los huevos en las peleas.
Con todo esto se me acababa la noche
y me volvía a casa
con la cabeza llena de sueños
y la cartera vacía.
Eternamente tuyo, Philosophia.

martes, 8 de noviembre de 2011

Querido diablo mundo.

Se que nada de esto es culpa tuya y que te han extorsionado hasta perder la noción del tiempo y acabar con la poca humanidad que albergabas. Todavía no es abril y no deja de llover en mi casa... créeme que esto me duele mas a mi que a ti, pero dimito como ser humano. Un mal incurable acecha mi espíritu libertino y se que tú eres el culpable, aún sin de ello darte cuenta. La mediocridad nunca ha sido conmigo, pero es el plato que sacia a los seguidores de tan burda religión, tu religión.
Se que nunca he llevado una buena vida, pero es que la vida conmigo no ha sido buena. Me he cansado de ver como progresas hacia el pasado acompañado de una saga de malhechores y rufianes que te venden con falso politiqueo y revistas de actualidad. El don o la manía de la que fui dotado es lo único que consigue sacarme adelante mientras la sociedad se ahoga en su propia ignorancia, arropada con televisión basura y cuentos de fama y dinero... Despotrican mierda en cada esquina y en cada plaza algún "elegido" me habla de tu fin, pero yo no me lo creo.
Ignoro qué mal he podido causar yo con mi caminar de pies de paloma por tu cuerpo de agua y arena, pero me prometiste un montón de cosas buenas y sencillas y a la par me aportarse una extraña facultad para no poder apreciarlas, una banal capacidad para no saber disfrutarlas.
Querido diablo mundo, yo no he podido cambiarte, pero tú a mi tampoco. Vale que cada vez me gusta menos la imagen que veo en el espejo, y que mi rostro empieza ya a ser poblado por arrugas indómitas que reflejan los surcos de mi intelecto, pero todavía te hace falta mucho mas para doblegar mis espaldas coralinas...
Recuerdo que antes lo pasábamos muy bien juntos, incluso llegué a querer ser inmortal, ya ves.. demasiados hombres pensando maldad han acabado con mi afán de casarme contigo. Al fin y al cabo esa idea no sería muy buena, tendría a la hipocresía de madrina mientras el que nos llevase las arras sería un niño condenado a la crueldad...
Querido enemigo, déjame en paz.
Eternamente tuyo, Philosophia.

sábado, 5 de noviembre de 2011

La divinidad de un Dios que no aparece.

Amigo, estoy introduciéndome en el mundo de las historias largas y las novelas, con lo cual voy a ir subiendo poco a poco capítulos de un libro que voy haciendo en los ratos libres que tengo. Espero que os guste, aquí dejo el primer capítulo:


La de Cnosos y el nacimiento.
En una época atemporal en un lugar inestable, condenado a la negación de toda su historia por la adversidad a la que la realidad estaba sometida, apareció una vez, hace mucho tiempo (aunque no sería adecuado hablar del tiempo en lugares de este tipo) un hombre dispuesto a todo, llamado a ser grande. Hablaría, y sus palabras serían escuchadas en este y otros mundos adyacentes a este. Su nombre era Alfa, y fue fruto del matrimonio entre Cnosos, un mercader que viajaba por el mundo diciendo vender perfumes y telares esmaltados, cuando en realidad traficaba con especias de esas que hacían a los hombres volverse locos y hablar de Dios, y La Canea, hija de un mercenario que logró amasar fortunas saqueando reinos vecinos y contrajo matrimonio (por una serie de circunstancias que no es conveniente citar aquí) con una hermosa infanta del reino de Kafkania  lugar en el que trascurrió la adolescencia y enseñanza del joven Alfa.
Poco antes del nacimiento de Alfa tuvo lugar un suceso que alejo al chico de su padre, fue una discusión que obligó a Cnosos a huir de la ciudad de Kafkania. La verdad es que el matrimonio entre los padres de Alfa no iba a buen puerto, y este suceso agravó aún más las cosas. La discusión vino precedida por las incesantes salidas que Cnosos realizaba al extranjero para “comerciar” y las grandes cantidades de oro que gastaba durante estos viajes. Tras uno de esos viajes Cnosos regresó a casa sobre un burro que lo traía inconsciente y apaleado hasta rozar la muerte; de ese incidente no llegó a soltar una palabra, pero Micenas, preocupado por la situación que su hija vivía se enteró de que esa paliza fue propinada por un grupo de matones de uno de villanos más peligrosos de la zona este de Micena, traficante de scripts, una clase de planta que ungida en la frente a modo de gasa provocaba en el hombre una dulce sensación de paz y tranquilidad, aunque también era un potente borrador de sentimientos. Así, Cnosos fue expulsado del reino ante la inseguridad que Micenas sentía hacía el bienestar de La Canea.
Después de este incidente nació Alfa, entre la cálida acogida del viejo Micenas, que largo tiempo llevaba ya esperando descendencia. El nacimiento del joven Alfa trajo mucha felicidad a la familia, y su Natvisná (una especie de comunión micena) fue celebrado por todo el reino con gran alegría.
Los primeros años de vida del joven Alfa fueron bastante tranquilos: recibió la mejor educación del reino, aprendió oratoria, lírica, matemáticas, astrología e incluso fue instruido para conocer la naturaleza. Tenía muchos amigos (algo lógico siendo el sucesor al trono de Kafkania) y se le sorteaban las pretendientas, pues, como siempre decía su madre, era todo un hombretón. Y lo era, ¡cómo que lo era! Alfa creció bajo una buena alimentación y sin vivir una estresante vida, lo que hizo que creciera sano, fuerte y listo, muy listo, lo ue sumado a su indudable  belleza, sin duda alguna heredada de su hermosa madre, La Canea, lo convertía en chico ideal para cualquier aldeana. Era un chico muy introvertido que amaba la escritura, sobre todo la poesía. Caminaba con un porte tranquilo y sereno, gustaba de dar largos paseos por el estanque de palacio y se pasaba horas y horas mirando las estrellas. Era lo que hoy día se conoce como un soñador.
Hasta que Alfa cumplió los 16 años él y su madre pasaban mucho tiempo juntos. Jugaban a una infinidad de juegos, reían, cantaban y saltaban con gran entusiasmo, su madre encontró por fin la alegría que Cnosos le había estado robando todos esos años.
 Poco después de su dieciséis cumpleaños Alfa comenzó a repudiar la compañía de su madre y se mostró más intimista. Dedicaba gran parte del día a escribir poemas, en el retiro del estanque.  Cuando su madre lo veía solo, con un trozo de papiro y una pluma escribiendo, no podía evitar soltar un par de lágrimas recordando cuando él tenía 5 años y se pasaban las noches enteras nombrando todas y cada una de las estrellas que veían en el firmamento.

miércoles, 26 de octubre de 2011

Una canción desafinada.

No creo en la magia, no creo en la Biblia, no creo en la evolución, no creo en Satán, no creo en Jesús, no creo en Kennedy, no creo en Bush, (oh hermanos, oremos por ellos, almas imberbes que aún no han despertado) no creo en la democracia, no creo en Buda, no creo en el Yoga, no creo en los reyes, no creo en la política, no creo en las finales felices... Solo creo en mi.
Creo en The Beatles, creo en kurt, creo en Jimmy, creo en Jim, creo en la libertad de expresión, creo en el amor, creo en la justicia, creo en que un mundo mejor es posible, creo en ti, creo en el ser humano...CREO.
Necesito volver a sentirme algo drogado para sentir el entusiasmo que sentía de niño. Soy una persona demasiado versátil, sometida a cambios de humor y carente de pasión...Una parte de mi cree que soy un perdedor y la otra parte cree que soy todopoderoso.

Hubo algo que vino a tocar mi vida de peste y hambre, algo que vino a sacarme del infierno...algo que yo mismo me encargué de enterrar con esa maldita tendencia a la autodestrucción que tengo.
Yo era agresivo, básicamente. Elegí vivir la vida de un recluta solitario y ella me saco. No conviví con nadie porque no podía soportar la estupidez. Convivir con ella ha sido algo de lo que sin duda alguna no me arrepentiré en todo mi vida, es lo único reseñable que queda de este trozo de carne. 
Ahora, cuando nada vale nada... Puedo ser lo peor, lo sé y no cambiaré...No soy un modelo a seguir ni pretendo serlo.
No se donde voy, no lo se... solo se que aquí no quiero estar.
Eternamente tuyo, Philosophia.