viernes, 30 de diciembre de 2011

Un año más. Un año menos.

Según mi calendario
maña será el último día
de este largo año
(aunque cada vez 
me da más motivos
para no creerle).
Repasando los tumbos
que he ido dando
a lo largo de estos
trescientosesentaycinco días
y de sus consecuentes
tropiezos
y mortales
y acrobacias
de los que se han compuesto
invetiblamente me acordé de ti.
Soy el típico héroe de cantina
que se esconde entre
el filo de un bolígrafo
para engañar al tiempo
y tú me diste la clave
para hacerle frente
y hacerme sentir
inmortal.
Mi habitación huele
a humo y a cerveza
pero después de varias capas
de soledad y borracheras
huele a ti.
Limaste los cayos
de los que estaba formada
mi vida,
quitaste la tapa
al yogur de mi esencia
y fracasé,
como siempre,
en la última escena.
Perdona mi incompetencia
pero ya sabes que soy una bestia
que no sale de caza
sólo por que le da pereza.
Cada cuatro o cinco días
sufro flipaciones
que hablan de castillos de papel
y caballeros de latón
que añoran tus ingles.
Me he vuelto a cepillar los dientes
más por necesidad que por costumbre
porque mi aliento apesta
a frases que nunca te dije
y a besos que nunca te di.
Y escribo todo esto
a sabiendas
que es una mierda
para decirte
que este puto año
ha llevado tu nombre.
Eternamente tuyo, Philosophia.

No dejéis que desvaríe.

  1
Le he dado la vuelta al colchón
como se suele hacer cada primavera.
Sé de sobra que es invierno
pero el eco de tu voz
me transporta a una tarde otoñal
plagada de olor a verano
en la que todavía
añoro a la primavera.
  1-1
Creo que volveré a caer enfermo
porque me vuelve a doler la puta cabeza
y las aspirinas no me hacen efecto
ni mezclándolas con cerveza.
  1-1-1
Prefiero morir de amor
a morir de un infarto,
aunque el diagnóstico sea el mismo.
Qué mejor que abrazado a ti.
  1-4
Respiraré tus ansias de volar
me comeré tus miedos uno a uno
admitiré como míos todos tus defectos
esnifaré pedacitos de tu cielo.
  5
La ciudad se ha dormido ya,
la acosté en su cuna
y salí de nuevo
a beberme las dudas.
  5-1
Entre la eternidad de un cigarro
y la evanescencia del humo
repaso todo lo que he dado de si
(o de mi)
y aún me sobran dos dedos.
  5-1-1
Hoy estoy repasando
aunque sea por curiosidad
aquel crucigrama de pronósticos
y de palabras frías
que acabamos hace ya un tiempo
y que fue nuestra relación.
  5-1-1-1
Durante algún tiempo
tuve el hobbit 
de criar cuervos.
Hoy vienen a sacarme los ojos.
  1-10
Apenas he bebido dos cervezas
he fumado cuatro o cinco cigarros
y me he masturbado dos veces.
Pero vuelvo a pensar en ti.
  10
Siempre fui la persona equivocada
en el momento equivocado.
Perdona,
¿tienes un momento?
  10-1
Sólo creeré en un Dios
que me prometa
que después de esto
no habrá nada más.
  10-1-1
-Las discotecas nuevas,
estas de pachangueo,
me producen mareo.-
Esto es lo que le contaba
a mi amigo camarero,
mientras me servía otra copa
en mi tugurio favorito.
Eternamente tuyo, Philosophia.
 

miércoles, 28 de diciembre de 2011

Quiérela. Quiérete.

Una vez
alguien me dijo
que la vida 
es eso que pasa
mientras la esperas.
Me entristece 
tener que ser yo
el que desmienta esto.
La vida es eso que pasa
mientras esperas a tu musa,
esa que pasa el rato
entre pintores y poetas
y de vez en cuando
se deja caer
entre la porquería
de mi conciencia.
La vida es eso que pasa
mientras te lias un canuto
pensando qué coño haces
y olvidándolo al prenderlo.
La vida es eso que pasa
mientras esperas a tu príncipe
empeñada en buscar entre las rocas
sin saber que siempre estuvo
a tu lado,
a tu vera,
rogando por tu cuerpo.
La vida es eso que pasa
mientras maldices tu maldita suerte
y tu mala puntería
en el amor
(dichoso invento).
La vida es eso que pasa
mientras se consume el fuego,
pero también después,
cuando todo el mundo
olvida que quedan cenizas.
La vida es eso que pasa
mientras nos ciega lo dorado,
atados a trabajos insípidos
que nos permiten formar parte
de un estatus social
que carece de sentido.
La vida es eso que pasa.
La vida es lo que nunca esperas.
La vida es maravillosa,
¿por qué coño no la cuidas?
Eternamente tuyo, Philosophia.

Absurda forma de volver a caer.

Deben de ser ya
las doce de la noche
por las cuatro cervezas
que llevo encima.
Es la hora de la melancolía
en la que la gente como yo
se pone a escribir,
la de los poetas de mierda
que no tienen nada mejor
en lo que perder su tiempo.
Todo el mundo me dice
que estaba mejor contigo
(me lo digo hasta yo)
y que ahora fumo mucho
bebo mucho
y me consumo
como la planta de mi piso
que se muere
desde que no la riegas
y la cantas.
Y si me vieras aquí
haciéndome viejo
sin darme cuenta de ello
persiguendo las sombras
de quinceañeras que me evitan
y maldiciendo jóvenes
que me recuerdan a mi.
Y si me vieras aquí
dándome de ostias con la vida
con muchas deudas
y con mucha gente.
Y si me vieras aquí
recordando el por qué te fuiste,
maldiciendo la persona
en la que me he convertido,
rogándole a un Dios
que me da por el culo.
Y si me vieras aquí
con un buitre a mi lado
que espera a que caiga muerto,
con la misma ropa de ayer
y apestando a Bourbon barato.
Y si me vieras aquí
sin la luz que me daba
tu sonrisa
y sin la tranquilidad
que dibujaba tu coño.
Más perdido que nunca
(como siempre).
Y si me vieras aquí...
y si me vieras aquí...
quizás en un arrebato de pasión
querrías volver conmigo,
si me vieras aquí...
Eternamente tuyo, Philosophia.

martes, 27 de diciembre de 2011

Carta al viejo.

Ayer,
o ante ayer,
(ya no me acuerdo)
no tuve más remedio
que acordarme de ti.
Sé que hace mucho 
que no te miento
en mis poemas,
es más,
creo que nunca lo hice,
pero en un acto de melancolía
y unas fechas tan familiares
se me antoja bonito
recordar tu nombre.
No se cuántos años han pasado
desde que bajaste la persiana
y cerraste por siempe el chiringuito
que había sido tu vida.
No soy fan de llorar
y cuando lo quiero hacer
me enfado y me hago daño
para que la sangre
cubra las lágrimas
o me fumo un canuto
o me bebo algo alcohólico
que me borre las penas
y el por qué quería llorar.
Desde que nos dejaste
esto se ha quedado muy triste
aunque se empeñen en
aparentar lo contrario.
En estos días de familia
se nos hace a todos muy cuesta arriba
otra cena sin ti.
Tuviste dos nietos más
otros dos o tres bisnietos
y tus hijos están genial.
Tu hija vive una pesadilla
desde que en su conciencia parasita
un demente y otros dos más.
Alguno de ellos quiere pensar
que tú sigues a su lado
y que le ayudas a vivir.
Tu mujer empieza a flaquear
y sé que son los disgustos
con los que esta 
familia de descalabrados
la atizan día a día.
Uno de tus hijos marchó
a ese sitio por el
que tú ahora merodeas,
imagino que te tenga al corriente.
Cuánta falta me hacéis los dos
y qué pocas veces os lo digo.
Y perdona si apenas hablo de ti
pero es que esta mierda 
de poesía que yo hago
no merece acariciar
el recuerdo que dejaste.
Espero que estés orgulloso
de la vida que está llevando tu nieto,
aunque ni yo me siento satisfecho
de lo que hago con mi tiempo,
de lo mucho que fumo,
de lo mucho que bebo.
Nos veremos cuando llegue mi hora
y sé que me estarás esperando
con esa sonrisa tan entrañable
y dándome besos hasta en los ojos.
Dije que no me gusta llorar
pero lo has conseguido, viejo.
Eternamente tuyo, Philosophia.

lunes, 26 de diciembre de 2011

Días de resaca. Mentes en guerra.

Los domingos de resaca
se me antojan
como el día después
de una gran guerra.
Ocupando una trinchera
que me hace las veces de cama
y maldiciendo la mala puntería
que el día anterior
tuve con esa rubia.
Todavía pienso 
que esa no es mi guerra
pero la cerveza
me nubla la memoria,
y vuelvo siempre a luchar.
En el campo de batalla
la ropa de ayer
manchada de vómito
(aunque me gusta pensar
que es sangre)
y algo de mierda
y casquillos
y fusiles oxidados
que he ido acumulando
en los robos
al bando contrario.
Perdí mi arma
por algún refugio
para fracasados,
y me temo que también
dejé allí mi alma.
Mientras la resaca
de otra derrota más
me sigue escupiendo la cara
recuerdo aquel poema
que escribí para ti,
aunque aún no te conociera.
Eternamente tuyo, Philosophia.

domingo, 25 de diciembre de 2011

Pesadilla antes de Navidad.

Hoy iba hacia casa
por eso de que
hay que cenar en familia,
para unir lazos
o yo qué se que mierda,
cuando por la calle
me he encontrado
un sobre de almax reventado.
Se me ha antojado
una metáfora de mi alma,
destrozada,
ahora que la falta tu X
o tus dos rombos,
como en las películas porno
de antes,
esas con mucho pelo
y nada reseñable.
Pensaba,
mientras me miraba las zapatillas
(meadas, 
porque me pasé con la cerveza)
que quizás sea ahora,
en unas fechas tan entrañables,
cuando tú decidas volver
al cielo de mi boca,
por eso de que
me echas de menos
o que necesitas estar conmigo
o que me quieres demasiado
o que pensabas por casualidad
en mi persona.
Pero la quinta copa de champán
me devuelve de una ostia
a la cruda realidad,
esa puta realidad
en la que se han convertido mis días
sin ti,
días de vomito y cartones
días de llanto y marihuana
días de soledad.
Y eso que hoy es nochebuena
y eso que hoy
decidí no acordarme de ti.
Que te vaya bonito,
allá donde quiera que estés.
Eternamente tuyo, Philosophia.

sábado, 24 de diciembre de 2011

Fumando espero.

Y todavía me pregunto
cómo puedo tener los huevos
de hacer poesía
de esta puta mierda de vida
que llevo,
o que me lleva a mi.
Me fumo un cigarro
tirado en la cama de mi silencio
ahogado en mi propio llanto
y cantando canciones que olvidé
mientras recuerdo
cómo era mi vida contigo.
Suelo tener diez o doce
paranoias diarias
y casi todas 
están dedicadas a ti,
excepto alguna
que me veo obligado a suprimir
hasta nueva orden.
Siempre odié los anuncios
en los que aparecen
familias felices.
No se si es odio o envidia,
pero me permito el lujo
dedarlo por sentado
para evitar pensar
que no soy buena persona.
Ya voy por el segundo cigarro
y me sabe un poco a ti
y otro poco a desesperanza
que para el caso es lo mismo.
Llevo ya tanto tiempo solo
que rehuso cuando alguien se me acerca
para hablar de temas cotidianos
como el frío que hace ultimamente,
los goles que está metiendo Ronaldo,
la investidura del nuevo gobierno
y alguna novedad más que se me escapa.
Desde que te fuiste solo paso frío
por lo que me importa una mierda
que la puta madre de Ronaldo
tenga un hijo magnífico
o que Rajoy prometa cambios,
si el único cambio que quiero
es el del buzón del portal
(volver a poner tu nombre)
Mi cuarto cada vez
apesta más a alcohol,
creo que es por mi presencia.
El piso pide un toque femenino
pero tus piernas enfilaron la puerta
y le quedaron solitario
como a este lobo que lo parasita.
Me divertiré un poco
matanto las cucarachas
que han decidido invadir mi intimidad
mientras me fumo otro cigarro más
y pienso otro poco en tu vuelta.
Eternamente tuyo, Philosophia.


 

jueves, 22 de diciembre de 2011

Sudor, flujos, saliva y algunos pelos y señales.

Calentaré la cama vacía
para que tú puedas dormir sin ropa
mientras yo leo
todas las aristas de tu cuerpo.
Separaré todo lo que de
(o lo que aguantes)
tus piernas,
mientras la I sin punto
de mis pantalones
amenaza el núcleo de tu instintos.
Jugarán al escondite
mi boca y tus pezones,
mientras respiro fuerte a tu lado
para que mi agitada respiración
(por eso de que fumo demasiado)
haga relevos en tus labios.
Descenderé por ese valle
que es tu cuerpo a la luz de una vela
hasta llegar a tu parque
de ingles y piernas.
Me perderé en un baile de saliva
realizando una espiral
alrededor de tu corona de espinas
y meteré la lengua
para después volver a sacarla,
y viceversa.
Nunca fui un intruso
y por eso prometo no acariciar
ningún sitio en el que mi lengua
no sea bien recibida,
si acaso queda alguno.
Amarrado por la pasión
de dos cuerpos
que se sienten uno,
subiré tus piernas
hasta el zenit de tu mirada
para disfrutar del arte;
el arte de un cielo estrellado
que se dibuja en lo más
recóndito de tu coño.
Me encederé.
Y te encenderás.
Y con la punta de lanza
que se dibuja en mis partes
culminaremos esto que llaman éxtasis
hasta que acabe
(o acabes).
Aráñame si quieres
incluso te dejo que me estragunles
pero déjame estar un ratito más
dentro de este infierno de sudor
y flujos vaginales.
Eternamente tuyo, Philosophia.

miércoles, 21 de diciembre de 2011

La relatividad de un vaso medio vacío.

El otro día me inventé
que una cerilla cruzando el enyesado de mi cuarto
podía ser una estrella fugaz,
cerré los ojos y pedí un deseo;
el deseo que no tengas nada mejor que hacer
y pienses en mi, aunque sea un ratito,
el deseo de tenerte aquí, conmigo,
y a poder ser, desnudos.
Creí que las cagadas de los pájaros
en el alféizar de mi ventana
eran lágrimas que derramabas
porque aún me echabas de menos.
El humo de este cigarrillo
se me imaginó el vaho
de una habitación atestada de amor,
y demás sinónimos de follar.
En ese momento dejé de ver tus fotos
porque el síndrome de Sthendal lo llevo fatal
y me concentré en recordar
el sudoku de infortunios
que fue nuestra relación...
Si,
es posible que ese día estuviera drogado,
(o borracho, que para el caso es igual)
pero qué coño le hago
si me empeño en decir que te quiero
y aún me cuesta levantar los pies del suelo.
Eternamente tuyo, Philosophia.

martes, 20 de diciembre de 2011

Que si, que ya se que habáis de la misma, de lo mismo.

Poco me importa que me digáis
que la habéis visto desnuda
si acaso no habéis participado
en un amanecer a su lado.
Que si cuando la tuvisteis a vuestro lado
no pudísteis ni quisísteis parar el tiempo,
es porque mirábais al cielo equivocado.
Se sabe inmortal y te lo admite coqueta,
como cuando te abraza bostezando
y pides una explicación a los dioses.
El pasado de sus caderas
se entrelaza con el presente de una cama vacía
y por eso todavía rememoro todas sus cicatrices
y todas sus manías
y todos sus defectos
para poder sentirme un poquito más cerca de ella.
El tacto de su piel es un abecedario
que nunca me cansé de repetir
y la forma de colocarse el pelo,
mirarte y sonreír con esa boca de diabla
fue una rutina que añoro mientras me acabo.
Me da igual que me digáis
que os regaló mil noches eternas
si nunca os ofreció la grandeza de sus despertares.
Que yo ya me se de sobra
eso de que te sientes poderoso
cada vez que se entrega para ti,
y eso de que la vida
se ve de otro color a su lado.
Pero conozco de memoria todos sus recuerdos
participo cuando puedo en cada uno de sus sueños
y recito una y otra vez todas las curvas de su cuerpo.
Claro que a veces parece fácil enamorarse
si te da dos besos en las mejillas
y luego caes por un precipicio de escarnio.
Entiendo que habléis de ella
como si os hubiera cambiado la vida,
entiendo que perdáis el culo
por verla pasear por la esquinas
y los huevos
por una velada con su sombra.
Que yo la quiero por muchas más razones que vosotros.
Eternamente tuyo, Philosophia.

lunes, 19 de diciembre de 2011

Añoranza, soledad y más mierda actual.

Y qué mierda me importa
que ahí fuera esté lloviendo,
si en lo más oculto de mi ser
mi pequeño niño está muriendo.
Hace tiempo que en mi cama
ya no se oyen cantos ni lamentos
porque este poeta de manos manchadas
se cansó de llorar y buscó felicidad.
Que si hoy vuelve a dolerme tu puta ausencia
me emborracharé como nunca
y cantaré como siempre;
faltando a algún Dios de mirada perdida
y añorando todo lo que fuí.
Tu coño y tus piernas
ahora se me hacen extraños
y casi puedo acariciarlos
si cierro con fuerza los ojos
y esnifo otro poco más de esa mierda.
Pero como soy un don nadie
que escribe porque no ladra
y llora porque no chilla
seguiré añorando tus besos
mientras me consumo en un mar de asfalto
y Cronos me va poco a poco borrando...
Eternamente tuyo, Philosophia.

miércoles, 14 de diciembre de 2011

Amarga canción de redención (que ni es amarga, ni es canción, ni busca redención)

Se que soy un poeta de mierda,
un escritor sin nombre,
un trovador sin sueños,
un filósofo que perdió el norte.
Cuando muera
mi cuerpo será pasto de los gusanos
pero en mi trabajo
quedará impregnada la llama
de un pequeño inventor
de historietas mal soñadas.
Eternamente tuyo, Philosophia.

Trotamundos.

Soy un viajero interestelar
perdido en una nebulosa de cristal.
Mi brújula no apunta el norte
desde que me lo robó un cuerpo de mujer.
Viajo entre planetas que se autodestruyen
desde que decidí escapar del mundo,
por eso de que me confundo
y no soy bueno para la sociedad.
Tantos años de travesías y de viajes
para darme cuenta que todo está en mi cabeza...
Acompañado de un boli con gatillo
recorro lugares que merecen ser escritos,
pero la fugacidad de la vida
y lo presto de este momento
me impiden relatar tales sucesos.
Aún sigo aprendiendo a volar
y eso que llevo toda una vida en el aire,
pero tu coño y tu puta felicidad
me obligan a cambiar de dimensión.
Sé que soy una mierda de escritor
y por eso desnudaré mi alma de nuevo,
esta vez en otra estrella,
esta vez contra otro redentor...
Me voy,
que ha vuelto a cambiar el viento.
Eternamente tuyo, Philosophia.

domingo, 11 de diciembre de 2011

Perro callejero.

Lanzando blasfemias
contra la cara oculta de la Luna
me acordé de ti.
No se si fue melancolía
efecto del alcohol
que se pierde por mi cuerpo
o estas putas ganas de vivir.
Tú y tu vida entre contenedores;
la sociedad te tachó de perro callejero
pero sabías de sobra
que acabarías volando muy por encima de ellos.
Los niños pensaban
que podías ver a las hadas
porque te pasabas las tardes hablando solo.
La bondad que reflejaba tu sonrisa
empapa hoy mis aires de grandeza
y tu puta alegría resbala a mi lado.
Tu alma atormentada comenzó a desvariar
y cajeros y cartones fueron espectadores
de la esquizofrenia social de un libertino.
El tabaco y otras drogas desgastaron tu garganta
mientras que tus principios no fueron
sacudidos por la lluvia,
y ahora gritas al cielo con un cante jondo
que no entiendes la traición
a la que fuiste sometido.
Hace tiempo que no te veo amigo,
pero se que seguirás como siempre
en el abismo de tu propio infierno
de aceras y charcos,
con tu coloquio de eterno escarnio.
Nunca te preguntaste quién eres
por eso transmites tanta paz
y el odio que profanabas
hacia esos hombres con disfraz
alimenta mi furia paranoica.
Eternamente tuyo, Philosophia.

viernes, 9 de diciembre de 2011

Por eso que dicen de que los genios son arrogantes.

Hace poco tiempo
se me pasó por la cabeza
dejar de una puta vez
esto de la poética,
de la lírica, literatura
y su puta madre.
Porque te juro que duele
cuando ves que tu trabajo
no tiene ningún reconocimiento.
He sido tachado de loco,
de radicalista autodestructivo,
de peligro para la sociedad,
de artista urbano,
de vago...
Y qué le puedo hacer yo
si en otra vida fui condenado por trovador
y ahora me ahorcan los folios sin inspiración.
Yo no voy al revés
sólo camino por el techo,
por el techo de la gente
que no se toma en serio esto,
por el techo de todos esos
que por mi no dan un euro.
Y pensé en abandonar al boli
y quitarme de la cabeza tantos
versos, sonetos, estrofas y ripias.
No quería seguir sin saber si
de algo servirá toda mi obra,
si este poeta de mierda
tiene un sitio en algún rincón
del cielo de los escritores,
en ese lugar en el que algún cabrón
me cerró la puerta en las narices.
Pero otro día más tú has permitido
que mis palabras entren en tu casa
y he recordado porque coño
sigo escribiendo toda esta mierda..
Y es por ti,
por eso te estaré eternamente agradecido,
amigo.
Eternamente tuyo, Philosophia.

lunes, 5 de diciembre de 2011

No temas poeta.

No temas poeta, aún queda destino más allá del corazón y el alma de los hombres. Muchos ardieron en la hoguera pero de otras galaxias llegarán guerreros que estarán dispuestos a luchar por un trozo de cielo. En cada esquina artistas urbanos con la capucha puesta y moviendo la cabeza afilan lapiceros para hacer frente al tiempo con el colosal trabajo de miles de eruditos unidos bajo el mandato a la libertad.
No decaigas poeta, no fue en vano tu sufrida existencia. De los vestigios de tus poemas se alimentan hombres que todavía están rodeados de suficiente soledad y melancolía como para hacer que esta movida resurja de sus cenizas. De la mano de escritores ambiguos forjados en tiempos fatuos se eregirán estandartes y de habitaciones sin ventanas seguirán naciendo juramentos de algún desdichado ladrón de versos.
No lamentes poeta, de los ríos de tinta derramados en tu sacrificio mamarán arquitectos de parrafadas que derribarán este valle de lágrimas y harán florecer vida en este pasto de silencio. La delicada esencia que acoge a los que creemos en la poética iluminará esta calle oscura y el subconsciente de miles de personas entonará las líneas de tu inesperado adiós.
No te aflijas poeta, el porvenir de esta puta oscuridad será el origen y zenit de una luz que cegará a los malintencionados. Qudarán sucumbidos entre los escombros de una tumba de licor y oro. Ángeles de un Dios imperfecto elevarán sus plegarias al cielo en forma de palomas y tu trabajo se hará eterno, poeta.
Eternamente tuyo, Philosophia.