Damas y caballeros, os presento
al hombre de la baraja rota.
Voilá.
Veo cobardía en los ojos ajenos
y me tiemblan el pulso y el alma
si te digo que te quiero
y ni siquiera me estás mirando.
He descubierto algo nuevo en el miedo,
algo que no se va con tu humo
y tampoco me aleja de mi punto de partida,
si alguna vez tuve alguno.
Pese a que en la noche bohemia
las personas son más crueles,
he conseguido convertirme en un animal nocturno,
adicto al corte de las faldas.
Y disfruto, disfruto de lo que hago.
No sé qué pie apoyo en el suelo
al levantarme
desde que comprendí que todas las barajas
esconden la carta de la derrota.
Se busca traje color naranja para fichar por la selección de Guantánamo.
Eternamente tuyo, Philosophia.
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