Una historia cualquiera, de un hombre cualquiera, de un lugar cualquiera que no es este mundo.

Dicen de él que es noble y sencillo, dicen que nació para ser un prodigio. Quizás fue el que nunca sacó lo mejor de él mismo, que fue demasiado vago o que fue demasiado poco poetiso...o quizás es que no le hace falta deshojar claveles, ni billetes gordos, ni lucir laureles.
En su casa sabían de sobra que iba a destacar, aún dudaban si sería por loco o por ser un genio sin igual. Desde su habitación no se podía ver el mar, pero si prestas algo de atención oirás un palpitar, un crepitar de madera, y es que al chico le ha dado por pensar...
Todo fue genial durante la adolescencia, pero él notaba que algo cambiaba...Su forma de pensar no era como la de los demás, nunca compartió ideas políticas con papá. Se pasó su juventud asomado a la ventana, mirando aquella estrella que aún no conseguía alcanzar. Nunca debió rendirse...o eso predicaba el semanal...
No se si fue por la realidad o por carisma, pero de castillos de papel y princesas de pincel ya se cansó, de perseguir sueños, de mirar a jóvenes risueños...de seguir su camino entre gigantes y molinos ya está harto.
Pasaron los años y este joven prodigio se convirtió en un animal de taberna, de los que hablan de filosofía con una copa a rebosar y la barriga llena. El mundo estaba contra él, pero hacía tiempo que él le había dado la espalda al mundo. Que no necesitaba de nadie que le enseñase a masticar, que sus problemas se los comía él solo, uno a uno y sin preguntar.
Hay quien cree que todo cambió a partir de aquella historia, de aquella mujer que le vino a desmontar. Fueron grandes momentos los que pasó junto a ella, fueron grandes los sueños que creó a su vera, pero todo se acaba mi buen amigo, ya no tienes a quien recitar, por quien escribir o a quien cantar...toma, aquí tienes un hombro donde llorar.
Y fue aquella la noche, fue aquél el instante en que nuestro protagonista se borró de esta historia tan singular. Cuando sus lágrimas hablaron con Dios y le ofreció un lugar donde descansar, donde pasar la vida embriagado, rodeado de arte y realidad...
Aún así todavía les hay que dicen que sigue vivo, que es un caballero, que nunca se ha ido y que volverá...
Eternamente tuyo, Philosophia.