viernes, 26 de agosto de 2011

Y aparecieron, de un bosque del olvido, grandes y eternas leyendas.

Cuenta la leyenda que hace mucho mucho tiempo, en este mundo del fútbol apareció un hombre capaz de eclipsar a Dios, capaz de levantar y unir a un país entero, capaz de hacer lo mejor y lo peor... Todavía los mas estudiosos no han podido afirmar que llegase de este mundo, seguramente viene de otro sitio, pues tanta magia no podía albergar un cuerpo humano. Él solo se bastó para conquistar un mundial, él solo se bastó para movilizar la Calcio, él solo consiguió despertar el corazón de miles de personas y que juntos clamásemos ese gol y lo viésemos con lágrimas en los ojos una y otra vez... Decían que venía de un establo, que su familia estaba sumida en la mas absoluta pobreza..y es que en la mente de un niño al que tan solo le queda la imaginación nace el talento. Porque Diego era eso, talento, magia, esperpento, carisma, imaginación y genialidad en un solo cuerpo. Se le comparó con Dios y de él se erigió una religión. Nunca pretendió ser un ejemplo, y es que quizás él ya vio venir todo lo que años después se le vendría encima... no llevó el camino recto, lo advirtió pero aún así nadie escuchó. Pese a todo eso... siempre será grande.
Alguna generación después, de un cuerpo que apenas levantaba un palmo del suelo surgió un talento descomunal. Si se le comparó al mas grande es porque sería el mas grande. Si se le hizo un hueco en el Olimpo es porque sino él se encargaría de romper las puertas a base de potencial. Nos demostró que la magia no se esconde tras un cuerpo descomunal, nos enseñó que la humildad es la base de todo, nos enseñó y nos enseña a amar el fútbol de una forma tremenda... Fue el que supo imitar a Dios y rememorar su gol, para que así se abrieran las heridas y los corazones volvieran a cantar, fue llamado a marcar una época, y es que eso de los récords hace tiempo que se le quedó pequeño. Y por gente como él se mantiene esta movida intacta.
Es por ellos, por esta generación de magos que aparecen una vez cada tropecientos años, por las que hay que aprender a creer en nosotros. Porque este ejemplo está dentro del mundo del fútbol, pero si lo extrapolamos podemos sacar la conclusión de que dentro de nosotros hay un gran potencial que sacar a la luz, da igual que seas pobre, que seas bajo o incluso que seas feo...todo está en tu mano.

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