lunes, 1 de agosto de 2011

Que le den al mundo.

No conozco tantos titanes como grandes hombres, pero si conozco el crepitar de sus tacones cuando pasa a mi lado, y conozco su manera de colocarse el pelo, y conozco su forma de mirarme, y conozco su sonrisa y conozco...y conozco...
Porque no hay nada que mas pueda llenarme que levantarme y amanecer a su lado, que me mire, me abrace y no sepa como deshacerme del puto mundo después. No es tan sencillo como versar, pero hacerla sentirse grande es algo por lo que yo siempre estaré en deuda suya. Si ella salta yo pierdo el culo por caer a su lado, si ella tropieza levanto el suelo para tropezar y que no se sienta rechazada....
Que no, que yo no soy el mejor del mundo ni tengo nada por lo que presumir..que tengo de compañero a mi bolígrafo y poco mas necesito para vivir, pero juro que mataría al aire si me dice que la molesta en la vida... Cantaría canciones que hablen de ella hasta que la voz se me desgarre, pero con escribir con su inspiración consigo la libertad que me aporta el cuaderno, la alegría que me llena solo con tenerla...
Con cada uno de los desvanecimientos de mi vida se oían desgarradores jirones en mi cabeza que partían el alma, pero eso que dicen de que siempre hay un roto para un descosido lo tengo mas que nunca en mente desde que ella vino a desbaratar mi existencia, desde que vino a reescribir mi historia con su particular forma de sentir las cosas.
Este niño siempre enfadado encontró un cauce de compresión que siempre conduce a ella, siempre conduce a donde quiero llegar...No hay parada mas necesaria que la que te obliga a besarla, no hay carretera mas satisfactoria que sus piernas.
Y si, que mis palabras no traspasan los corazones ni tocan el alma, que no te acercan a Dios ni te hablan del diablo, que por mucho que quiera no alcanzo a tocar su belleza con mis versos, pero es que es su luz la que me alumbra, es su sonrisa la que me guía...y a la mierda con ser famoso. Que soy de ese tipo de poetas de contenedor que tantas pocas veces habla de amor que casi es una faceta perdida en su biografía, pero cosas así solo ocurren una vez en la vida, personas así solo dejan huella una vez cada tropecientos años...No tengo cojones a decirla que no a nada, que ella vuela muy por encima que toda esa gente que se hace llamar erudita, que mis dedos siempre aguardan nerviosos el tocarla...y mientras tanto, yo escribo, y escribo y escribo...
Eternamente tuyo, Philosophia.

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