miércoles, 5 de octubre de 2011

Sociedad corrompida.

Alimentado por una sociedad nefasta y unos padres que lo trataban como escoria poco a poco se fue transformando en algo sacado de los conceptos del bien o del mal, el infierno no sería un lugar del todo apropiado para él, necesitaba mucho, mucho mas... 
Desterró de sus entrañas todo rastro de humanidad y humildad para convertirse en un monstruo.  A su paso se amansaban las fieras, pues no había mas bestia que su propia persona. Odiaba al mundo y odiaba en lo que lo había convertido. 
Hacía ya mucho tiempo que detestaba lo que veía cada mañana en el espejo, sentía hacia si mismo un pena y un odio tan tremendo que se me agotan las palabras para explicarlo. Tenía ganas de venganza, su sed de sangre se acrecentaba por momentos, no soportaba lo que veía alrededor; parejas felices que iniciaban sus noviazgos, parejas consolidadas que aspiraban a dar un paso mas en sus vidas, familias con niños que disfrutaban con la inocencia de sus pequeños... A él todo eso no le fue permitido, se le prohibió el amor, la felicidad y el cariño. Como a quien se le prohíbe ver un nuevo amanecer fue condenado a una vida de soledad y tristeza...
Olvidó a sus amigos, a su familia... olvidó hasta su propio nombre y comenzó a dedicarse a una nueva vida. Una vida penosa, peligrosa y totalmente esquizofrénica... pero una mentalidad así no puede aspirar a nada mejor.
Nunca fue un chico normal, quizás por eso hoy en día es un artista de tanto calibre, pero perdido en un mundo de drogas y suciedad... Con otro tipo de forma de vida podría haber llegado muy lejos en su gran pasión, pero prefirió eso que está viviendo ahora... Nadie lo llegó a entender jamás.
Enfrió su tristeza hasta convertirlo en odio, odio hacia todo lo que le rodea. Pocas personas le consiguieron hacer feliz en sus primeros años de vida, pero a aquellas personas guardaba un rencor especial, porque fueron ellas las que le sumieron en tanta miseria...
Eternamente tuyo, Philosophia.

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