miércoles, 27 de abril de 2011

Garcilasiana compulsiva

Philosophia,
a ton de tu tratado me viene a la mente una historia que me ocurrió:
Hace tiempo froté una lámpara mágica y de ella salió un genio que me otorgó la posibilidad de pedir tres deseos. Pedí dos: rodearme de gente especial y superar los obstáculos que se me pusieran por delante hasta alcanzar mis metas. Olvidé pedirle uno, y quizá el más importante... Encontrar el amor verdadero. Todavía estoy buscándole para que me conceda el trocito de felicidad que me falta para estar llena de magia...
Lo dejé pasar, pensando que esa lámpara siempre sería mía... pero resulta que tenía fecha de caducidad entre mis manos.
Como ves, no aludí en ningún momento a las riquezas, no fui codiciosa como lo hizo Aladín en el mismo juego del genio. El amor es suficiente para sustentar un espíritu, pero no lo es para sobrevivir en la selva urbana que denominamos sociedad del progreso.
Cuando necesité la ayuda del genio, este ya no estaba. En el cajón de mi mesilla solamente había una carta en la cual ponía:
DEBES APROVECHAR LAS OPORTUNIDADES "MÁGICAS" QUE LA VIDA TE OFRECE. LAS COSAS NO SON ETERNAS, NADA ES DE NADIE, NI TODO ES DE TODOS. PROMETO VOLVER PARA CONCEDERTE EL ÚLTIMO DESEO QUE TE QUEDA. QUIZÁ ME MANIFIESTE EN FORMA DE TU DESEO. CUANDO EL DESEO SE HAYA CUMPLIDO NOTARÁS UNA SENSACIÓN, NO TE EXTRAÑE, ES LA MAGIA QUE TE HACE VOLAR.
HASTA PRONTO
La espera no me preocupa, sin prisa, pero sin pausa... lo recorrido hasta el momento me hace un poco más sabia y un poco más fuerte. Cada día es mejor que el anterior.
Aunque no me preocupa, me intriga.
Las flechas del dios Cupido han caído con fuerza sobre mí, y me tienen encadenada a una mirada llena de esperanza. Es un amor no correspondido, ni ahora ni creo que lo sea mañana, y me angustia pensar que lo daría todo y más por él. Sé que no puedo vivir de la ilusión de lo que podrá ser o pudo haber sido, pero es inevitable que sus palabras me corten el aliento, que su risa me enamore, que su mirada me enloquezca. Lo he divinizado y lo he elevado a categoría de supremo.
Quizá es excesivo pero es algo inalcanzable. Cada día le siento con más fuerza en el pecho. Temo que crezca y se apodere de mis 5 sentidos.
Sé que me entiendes, por eso me siento arropada querido.
Tu enamorada de la vida, Sapientia


1 comentario:

  1. Esta sociedad de progreso de la que tú hablas está más plagada de genios y de lámparas de lo que la gente se piensa. Cada pequeño detalle, cada mirada, cada conversación, cada sonrisa...cada uno de esos pequeños desvarios de la vida está lleno de pasión, cada uno de esos imperceptibles e incluso repudiados gestos es un genio que te acerca cada vez a lo que tienes que hacer, te empuja a que te dejes llevar... Sólo tienes que escuchar el lenguaje universal, alguna vez te hablaré de él.

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