Hace muchos
muchos años
-aunque quizás
todavía no ha pasado
demasiado tiempo
Dios
descendiente de Adán
descendiente a su vez
del superhombre
entregó a la tierra
a su único hijo
bastardo.
Rápidamente lo cogimos cariño
porque hacía unos milagros
que te cagas
y para que nunca se fuera
de nuestra vera
lo crucificamos
pero resucitó
y se piró.
Por eso ahora
todavía no queremos creerlo
y empañamos nuestros ojos
de agnosticismo
y fingimos no saber nada
no conocer nada
no querer nada.
Pero en realidad
lo sabemos todo
lo conocemos todo
y por supuesto
lo queremos todo.
Eternamente tuyo, Philosophia.
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