Porque no hay nada que mas vacíe al ser humano que saber que lucha en vano. No hay nada que mas vacíe el alma de un escritor errante que saber que sus palabras no llegan al mundo...saber que no supo mantener lo único que le unía a este planeta, lo único que le unía a la vida.
Porque un salto al vacío o una soga atada a la lámpara jamás tuvo tanto sentido como le tiene ahora, y es que aún siendo un cobarde que se esconde entre los ojos de la gente la vida sigue dando los mismos palos, sigue tratándote como al resto... Aprendiste demasiado tarde a convivir con el miedo, ese compañero al que odias tanto pero que tanto se aferra a ti.
Porque tantas veces te prometiste ser inmortal que ahora las ostias ya no vienen solas, y todavía guardas enmarañado en su pelo el último adiós, un beso en la frente y un poco de rabia contenida, aunque solo sea contra ti mismo.
Porque pensaste que de su boca esas palabras nunca podrían salir, juraste que la querrías por siempre, te juraste que lo vuestro nunca se acabaría, pero aquí estás ahora pobre Don Juan... sin mas compañía que un lápiz y este pedazo de folio al que tus penas poder contar.
Porque poco a poco te vas dando cuenta de que todo aquello que odiabas, todo aquello en lo que nunca te quisiste convertir se va haciendo mas y mas fuerte en tu piel... ¿Y ahora que? te estarás preguntando. Ahora nada, y después de la nada la vida no se ve con los mismos ojos.
Porque en tus antojos de introversión perdiste tantas batallas... porque en tus descuidos infantes la fuiste perdiendo poco a poco, y con ella pedacitos de tu alma...
Que no, que no, que no, que no...síguete engañando, venga.
Eternamente tuyo, Philosophia.
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