domingo, 8 de abril de 2012

4-4-2

Me he tenido que poner de portero
y también me he tenido que poner
porque entre perros y flautas
me han dado una ostia en la cara.
Aunque el balón era de playa.


De defensa central he dicho algo
que ha molestado a alguien
que ha llamado a uno
que me ha hecho una segada.
Y apenas me ha dolido.
Apenas.


He sido el carrilero
de una banda demasiado conocida
sin trinchera ni estilete 
que recoge sonrisas forzadas
que siempre te tiran a hacer un caño.


En el medio campo nadie me pasa la bola
y empiezo a cagarme en todos los santos
y en todos esos compañeros
que se empeñaban en que yo no jugase
diciéndome:
pass me the ball
pass me the ball


De delantero siempre fui un paquete
e incluso ni con eso,
con mi paquete,
supe hacer feliz a nadie.
Siempre fallaba los penaltis.


Por eso ahora,
estate tranquila
porque no habrá más domingos
que te deje sola.
Ahora, que ya no me quedan tácticas
mando al fútbol y sus variantes amorosas
a la puta mierda.
Eternamente tuyo, Philosophia.

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