martes, 12 de junio de 2012

Tsunamis de poesía.

Todos esos que grabaron
su nombre en la roca,
¿dónde están?
Se los llevó una lluvia
tan tenue que apenas
pudieron verla venir.
Era la lluvia de mejores tiempos,
para la lírica.


Engordaron las nubes de poesía
con falsos poetas y versos
para provocar una tempestad
de buenos presagios
pero esos buenos presagios
se convirtieron en ceniza
y los pocos que amaban esto
se fueron con el tsunami.


Ahora, ocultos bajo una losa 
de años de desprecio y persecución
aparece una nueva raza de poetas
que afilan fuerte sus lapiceros.
Por si acaso.
Eternamente tuyo, Philosophia.

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