viernes, 1 de junio de 2012

De cuando no sabes cuánto falta para llegar.

08:00
Este jodido calor no me deja dormir.
Me siento en la cama,
me prendo un cigarro.
Espero a que llegue el día
y más tarde me doy cuenta
de que me ha vuelto a adelantar.


10:00
Hay días que huelen a cuando estábamos juntos,
y recuerdo ese poema que compuse para ti
cuando aún no te conocía y -sin quererlo-
ya te estaba esperando.


12:00
Detestamos que roben nuestro futuro,
pero nos escudamos en barquitos de papel.
Barquitos que jamás llegarán a buen puerto,
porque jamás salieron de él.


14:00
Eso de que un clavo saca a otro clavo
está de puta madre,
pero es que tu clavo se ha hecho fuerte
en mi piel.


16:00
Son las cuatro de la tarde,
y ya casi no me queda tabaco.


18:00
Podría aceptar el papel de víctima
y decir que la vida se ha cebado conmigo.
Pero no creo que sea necesario
levantar falso testimonio.


20:00
¿No oyes eso?
La guitarra está llorando libertad,
el vacío de un largo suspiro llora.
Y tú mientras tanto, sólo escuchas
el ruido de los billetes al frotar.


22:00
Son las diez de la noche
y por fin me digno a ir a por tabaco.
Salgo en bata y zapatillas,
con chatarra suelta.
-Jefe, dame la máquina.
Camel.
No hay.
Chester.
De puta madre.
Me piro.
Ya no tengo ganas de escribir más,
por hoy.
Eternamente tuyo, Philosophia.

No hay comentarios:

Publicar un comentario