jueves, 9 de agosto de 2012

Hombre-poeta.

Soy un farsante oculto tras un boli.
Yo no, el otro.
El poeta.
Ahora sí soy yo,
yo no soy un farsante.
El poeta no,
el hombre.
El hombre es el puro
el poeta es el mentiroso.
¿O era al revés?
El caso es que los dos
aspiran al superhombre.
Yo no, el poeta.
Yo no, el hombre.
Yo no... el otro.
El poeta ya se ha ido
ahora sólo está el hombre
y su sotana de carne y sangre.
Yo no, el otro.
El hombre.
Ahora soy el poeta
con su tocado de tinta y arena.
Mirad cómo me río.
Eternamente tuyo, Philosophia.

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