jueves, 26 de mayo de 2011

Desvariando en la barra de un bar.

Escribo sin escribir a la sombra de este árbol,
pienso sin quererlo en mil noches de espanto,
de sepulcral silencio, sin que pase nada..sin que nada pase.
Olvidé mi buen hacer en casa,
junto con las pastillas para no dormir.
Maldita sea esta dulce sensación de paz que el humo en mi provoca, maldita esta venidera musa que viene a verme a tan pronta hora.
El vacío de mi cuarto quedó repleto
cuando el mirar de tus ojos atravesó el dintel su dintel.
Que no quiero pertenecer del todo a nadie
pero son demasiadas baladas con tu nombre..
Que prometí no dejarme domesticar,
pero es tan fina la correa con que me sacas...
Las canciones que sintonizo en mi emisora no me dicen quien soy,
y mientras tanto, camino, evitando los charcos.
A mi mente llegan recuerdos de infancia
en los que aún se esperaba algo de mí..
A mi mente llegan sombras que danzan una triste canción desafinada.
Que tantas veces soñé viajar por el mundo
tras una mujer sin rostro de la que solo guardo una foto.
Que tantas veces salgo a la calle olvidando que soy inmortal...
que tantas veces me lo vienes a recordar....
Se me ofreció el suicidio
pero a mi me dio pereza
le pedí que volviese cualquier otro día,
hoy aún busco una escusa para no coger la navaja de afeitar....
Ya dejé de rogar a dioses improbables
ya dejé atrás a esos que miraban desde arriba.
Se me pasó la hora de lo estúpido y de lo heroico
dejando apenas tiempo a los recuerdos...
porque sé que soy divino...porque se que no soy mortal...

Eternamente tuyo, Philosophia.

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