lunes, 9 de mayo de 2011

Vocación innata

Philosophia,
Supongo que muchas veces te habrás parado a pensar en cómo eres realmente, qué rasgos te definen mejor, qué defectos y qué virtudes se concentran en tu manera de ser ¿no?
¿Cómo te definirías?
Yo me defino como una persona tranquila pero con carácter, libre y cuadriculada a la vez, aparentemente de hierro pero suave como el tacto de una pluma por dentro.
Esto viene a ton de que me he acordado de cómo elegí el camino que será mi profesión:
Desde bien pequeña sabía que quería dedicarme a algo relacionado con la comunicación lingüística o escrita, siempre me ha gustado expresarme, sea como sea. Decidí escoger el bachillerato de humanidades, sí, letras puras: latín, griego, historia, historia del arte… dejando atrás todo rastro matemático que pudiese estar a mi alcance.
Cuando escogí la carrera pensé que iba a ser ampliación durante 5 años de la lengua y la literatura básica, sin contar con la asignatura que más me apasiona: lingüística general.
Gracias a ella me he dado cuenta de que el cerebro humano es muchísimo más complejo de lo que imaginaba (y ya era enrevesado) Todo, igual que las matemáticas, gira en torno a unos cálculos y conjuntos. Todo el funcionamiento fonético, por ejemplo, puede explicarse a través de unas fórmulas. Todo es matemáticas.
Gracias a esto, me he dado cuenta de que mi camino principal a seguir sigue muy de cerca teorías matemáticas, como la teoría de los conjuntos. Me gusta la perfección y me gusta ser cuadriculada. Al fin y al cabo la literatura es una expresión de lo que sentimos o pensamos.
Un día te hablaré más en profundidad de lo que es el lenguaje, pero para ir abriendo boca…
¿No te has preguntado por qué existen tantas lenguas?, ¿nunca has pensado que si tenemos el mismo aparato fonador, hay sonidos que no podemos desarrollar?, ¿nunca te has parado a pensar como se adquiere el lenguaje?
Como respuesta a esta última pregunta te diré, que todos nacemos con una capacidad innata para hablar, perno no se pone en funcionamiento si no se dan las condiciones adecuadas. Por poner un ejemplo absurdo. Existe el agua corriente, y en tu casa tienes grifos. Esa agua solo sale si activas el mando del grifo ¿no?
Lo mismo ocurre con el lenguaje, a partir de lo que escuchamos, producimos nuestra propia gramática, es decir nuestra manera de hablar, pensar o articular las palabras.
Sé que quizá todo esto no te interese demasiado, pero a mí me resulta apasionante descubrir que todo, hasta el más mínimo detalle está sobre-calculado por el poderoso cerebro.
Siempre tuya, Sapientia.

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