martes, 21 de febrero de 2012

¿Te acuerdas?

¿Te acuerdas cuando decían
que entre nosotros no cabía
ni una hoja de papel?


Ahora hay un abismo de palabras
que aprendí de memoria una vez
y en la barra de un bar olvidé.


¿Y cuando pensaban que
eso que teníamos 
sería para siempre?


Pues me cago en esta puta eternidad
en la que estoy harto
de saberte mía y aún así
desear que lo seas de todos.


¿Y cuando nos veíamos
y no dejábamos de mirar
hacia un futuro juntos?


Todavía aparento seguir 
mirando hacia adelante.
Pero no es verdad.


¿Y te acuerdas cuando conjugábamos 
el verbo amar en mil tiempos
y posturas distintas?


Ahora por fin comprendo
que ninguno de los tiempos
del verbo amar
son conjugables a tu coño.


¿Te acuerdas cuando desafiamos 
al gélido frío de un invierno
que se antojó eterno?


Me hago el chulo diciendo
que apenas tengo frío
pero mis lágrimas están heladas


y tú no me devolviste mi chaqueta.


Ni reparaste jamás las goteras...
Eternamente tuyo, Philosophia.







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