lunes, 21 de mayo de 2012

Cárcel.

Oscuridad.
Sombras.
¿No lo oyes?
Ya llega.
Es el verdugo.
Arrastra su hacha 
por el suelo.
¿No lo oyes?
Sonido metálico.
Carcajadas.
Toses.
Oscuridad...
Es el verdugo.
Se ha puesto su toga,
la de los domingos.
O su traje,
el de los congresos.
Y creo,
que yo soy el reo.
Eternamente tuyo, Philosophia.

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