jueves, 15 de marzo de 2012

Claro que pasa.

Miras al suelo
levantas la mirada
y me dices que no pasa nada.


Pero claro que pasa.


Todo pasa.


Mientras cada uno se ahoga
en su propia soledad
de una habitación repleta
me dices que no me preocupe,
que no pasa nada.


Pero claro que pasa.


Todo pasa.


Pasa ya más de dos vidas
juntos,
pero no revueltos.
Y tú estás siempre ahí,
eterna
inmóvil
perfecta.
Y yo siempre en medio
como un maldito jueves
prolongado en un año bisiesto
empeñado en desgastar tus ganas
y mis manías.


Y así pasa poco a poco
nuestra tragicomedia 
(española)
por lo aburrido de la trama.


Aunque tú me dices,
que nada pasa.


Pero claro que pasa...
Eternamente tuyo, Philosophia.

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