jueves, 29 de marzo de 2012

No, nada grave.

Pequeño homenaje al grandísimo Ángel González. Con todos mis respetos, maestro.

¿Alguien sabe dónde está mi cuerpo?
Me he caído desde la ingente altura
de mi propio orgullo
y lo he perdido.


Me palpo.


Me palpo otra vez.


Me palpo más de mil veces,
pero aún no me encuentro.


Sólo me queda el alma
como caballo abandonado
por el caballo.


¿Alguien sabe dónde está mi cuerpo?


No lo veo.


Tampoco parece... nada grave.
Eternamente tuyo, Philosophia.

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