Siempre te levantarás
cualquier mañana,
con las mismas intenciones
sucias y desgastadas
y en el cajón
seguirá habiendo cuchillos
y ganas de lamerte el alma.
Las ventanas seguirán amenazando
con sus nuevas esperanzas en forma de saltos
al vacío.
Y tú tendrás miedo
aunque te las imagines cerradas
y ganas de besar aceras.
Huirás en un acto de desesperación
al cuarto de baño
pero seguirá habiendo cuchillas
y la bañera se presenta
como una buena salida.
A ninguna parte.
Podrías dormir para siempre
o despertarte
pero lejos de aquí
donde el rastro de su recuerdo
te golpea en los huevos
y siempre hay algo
que invita a beberte el último trago.
Porque ella no está.
Eternamente tuyo, Philosophia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario