Salté sobre los tejados
de todos tus miedos
y todas tus manías
y todas tus vidas.
Como un gato,
escuálido,
perezoso
y enamoradizo
que busca un ovillo de ganas
sobre el que revolcarse.
Si me acaricias el lomo
ronroneo o whiskyneo
depende del día
y de la resaca.
Juro no ser incómodo
con las visitas
(siempre que tú no quieras).
Y si te caes por la ventana
imaginando dotes felinas
al alcance de muy pocos
mortales
prometo regalarte una
de mis siete vidas.
No me servirán de mucho
porque soy un gato siamés
que bebe en vasos anchos
y muy pocas veces al año
consigue llegar a final de mes.
Y si me acaricias el lomo
te quito del medio
a quien tú quieras.
No quiero collar
que no me ate a ti.
Eternamente tuyo, Philosophia.
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