jueves, 26 de enero de 2012

Escritura sobre piel.

Me gustaría decirte
que tengo las manos dormidas
de echarte de menos
y que lloro porque ya
no lo hace mi polla.

Me gustaría decirte
que todavía recuerdo
cuando nos vendíamos
al Dios de los paganos
en ese infierno de carne
que era nuestra cama.
Me gustaría decirte
que quiero otra noche más
en el fuero de tu coño
en la estepa de tu ombligo
en la inclinación de tu espalda.

Me gustaría decirte
que el hilo de tu tanga
es hoy la línea de mi destino
y la amenaza de tus pezones
mi más aférrimo enemigo.

Pero todavía no lo hago
porque no tengo los cojones
ni la sangre 
para enfrentarme a tus ojos
(que no me atrevo a mirar
para no saber si me mienten)

y se me está acabando la cerveza.

Por eso escribo
por eso escribo

para atrapar el momento.
Eternamente tuyo, Philosophia.


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