domingo, 8 de enero de 2012

No te equivoques.

No soy buena gente
no seré ejemplo para nadie
no marcaré época
no soy legal
no soy inocente.
Soy lo peor
lo sé
pero no cambiaré.
Ya no soy ese
genio genial
que alguna vez fui
según tú.
Me bebo las cervezas
como si se fuera
a acabar el mundo
y fumo todo lo que puedo
o lo que pueden
mis pobres pulmones.
Apuesto fuerte en las carreras
me acuesto más tarde las doce
con olor a ginebra
y frases pendientes
entre los dientes
que nunca tendré 
los cojones a decirte.
Hay quien dirá 
que tengo ya cincuentaytantos
y la verdad,
no se lo reprocho.
Mi cara refleja
una vida llena
de discrepancias
que me arrastran
a un infierno de cicatrices
y de vez en cuando
pero hace ya algún tiempo
al cielo de tu boca.
No acerté en el caballo ganador
que era tu coño
y ahora me arrepiento
mientras bebo
y me vomito.
Creo atisbar
por el horizonte
de mi borrachera
que se acerca una nueva musa
que me haga olvidarte
de una puta vez.
Así,
quizás,
vuelva a ser
un genio
o algo de eso
y lo haré
aún sin saberlo
por ti.
Eternamente tuyo, Philosophia.

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